Divorcio y empresa familiar en Las Palmas: pasos para proteger tu negocio
Es relativamente frecuente encontrarnos casos en los que se unen divorcio y negocio familiar, una situación que obliga a la pareja a negociar acerca de las condiciones en que se definirá la situación económica de cada parte una vez que se disuelva el matrimonio y comience la vida por separado. Son situaciones complejas, en las que lo sentimental se mezcla con lo patrimonial. Por eso es tan importante contar con un asesoramiento legal cercano, a medida y que intente alcanzar la conciliación siempre que sea posible. En este post te contamos qué pasos legales implica el divorcio cuando existe una empresa familiar y te invitamos a contactar con nuestros abogados en Las Palmas sin compromiso para atender tus dudas.
Cuando nos enfrentamos a una ruptura del vínculo matrimonial en la que, además, está envuelta la existencia de una empresa familiar, lo mejor es intentar que el divorcio sea amistoso, es decir, de mutuo acuerdo. En realidad este consejo es aplicable a cualquier ruptura: se trata de que ambas partes negocien y alcancen una solución equilibrada, que no beneficie o perjudique especialmente a ninguna de las partes. Se trata, además, de evitar alargar el conflicto y de restar malos momentos y dolor en una situación ya de por sí especialmente dura.
Hay que tener en cuenta que son muchas las medidas que deberán adoptarse: atribución de la vivienda familiar, guarda y custodia en caso de existir hijos comunes, posible pensión de alimentos o pensión compensatoria, reparto de bienes, disolución del régimen económico matrimonial… Todas estas decisiones quedan recogidas en el convenio regulador, al que hemos dedicado este artículo.
Divorcio y empresa familiar
En cuanto a la empresa familiar, lo primero es aclarar cuándo se creó la sociedad mercantil, así como vislumbrar de qué forma están repartidas las participaciones dentro del matrimonio. También es especialmente relevante conocer qué régimen económico eligió la pareja.
- El régimen de gananciales supone que los beneficios y deudas generadas por la empresa durante el matrimonio pertenezcan a partes iguales a ambas partes de la pareja.
- El régimen de separación de bienes supone que cada parte de la pareja participará en la empresa familiar en la medida en que su participación real en el negocio familiar sea mayor o menor.
De hecho, muchas parejas optan (por motivos que veremos) por la separación de bienes cuando existe empresa familiar.
En cualquier caso, si la empresa se creó antes de existir el matrimonio, se trataría de un bien privativo del cónyuge propietario. También será necesario aclarar de dónde salió el dinero para la creación de la sociedad y si hubo inyecciones de dinero durante el matrimonio (y por parte de quién o quiénes).
En definitiva, se trata de diseñar una radiografía de la empresa y de su vida de cara a afrontar la división de su titularidad.
¿Qué régimen económico es mejor en caso de empresa familiar?
Aunque cada pareja debe optar por la vía que prefiera (siempre con toda la información previa para tomar una decisión informada y conocer todas sus consecuencias), normalmente el régimen de separación de bienes resulta más beneficioso para los casos en que existe empresa familiar. Sobre todo porque esta separación de la empresa en dos bloques (o en uno, si solo existe un titular) permite aislar las deudas, de forma que una mala racha no afecte de lleno a toda la economía familiar. Y lo mismo se aplica a quienes trabajen como profesionales autónomos.
Además, es importante recordar que el régimen económico no es algo perpetuo: la pareja puede cambiarlo cuando desee y tantas veces como desee (nunca con efecto retroactivo).
¿Y si trabajo en la empresa de mi expareja?
Otro caso muy frecuente es aquel en que existe un cónyuge titular de una empresa y otro que desempeña un trabajo, oficial o no, en dicha empresa. Si existe nómina y contrato, es importante recordar que la ruptura no puede ser en ningún caso motivo de despido. Para los casos (muy frecuentes) en que una de las partes colabora de forma regular en el negocio sin contrato, ello puede generar derecho a una pensión compensatoria a su favor que compense los desequilibrios generados por esta situación durante el matrimonio.
Por último, no olvides que puedes crear unas capitulaciones matrimoniales que prevean las consecuencias de una posible ruptura, y que éstas pueden crearse tanto antes del matrimonio como durante éste, así como modificarse tantas veces como desee cada pareja.