Condena por estafa a la Seguridad Social en Las Palmas a cuatro hermanos que simulaban padecer catatonia
Hoy nos hacemos eco de una sentencia que saca a relucir un nuevo caso de estafa a la Seguridad Social, esta vez especialmente llamativo por el tipo de enfermedad que fingían los condenados: el pasado 30 de abril la Audiencia Provincial de Las Palmas condenó a cuatro hermanos, residentes en Las Palmas de Gran Canaria, a penas que oscilan entre los 21 meses y los 3 años y medio de prisión por delitos de estafa y falsedad. Los cuatro hermanos, con el fin de obtener las prestaciones más altas del Instituto Nacional de la Seguridad social por incapacidad laboral, simularon padecer graves dolencias, entre ellas la catatonia, un síndrome neuropsiquiátrico caracterizado por anomalías motoras que se presentan en asociación con alteraciones en la conciencia, el afecto y el pensamiento.
La sentencia considera probado que los cuatro hermanos “se confabularon para, en la medida de su situación laboral y personal, y previa tramitación de los oportunos expedientes administrativos ante el INSS”, lograr un “beneficio patrimonial ilícito en perjuicio de la arcas publicas” entre los años 2006 y 2009. Según expone dicho fallo, para ello se ayudaron de “la ingesta de productos médicos y/o farmacológicos” con el fin de “obtener la declaración de incapacidad más severa posible, que les permitiera obtener las prestaciones sociales en función del grado de incapacidad alcanzado, simulando para ello unos padecimientos que no se correspondían en absoluto con su situación clínica bien por no existir en modo alguno, bien por ser exacerbados”.
Según detalla el fallo, los imputados lograron engañar a los médicos del Ministerio de Trabajo en algunos casos de forma natural, simplemente simulando enfermedades, pero en otros valiéndose de “la ingesta de productos médicos y/o farmacológicos”.
Por otro lado, la resolución judicial absuelve al médico que les ayudó a consumar el fraude, al considerar que los delitos de estafa agravada y falsedad de los que venía siendo acusado por el Ministerio Fiscal están prescritos en la actualidad. Además de la condena penal, la sentencia obliga a los acusados a abonar a la Seguridad Social indemnizaciones por un valor total de 86.237 euros, a la mutualidad Muprespa en 14.374 euros y a la entidad Mapfre con 172.365 euros. Por otro lado, contra la decisión judicial cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Un engaño de más de 200.000 euros
Durante las inspecciones elaboradas por el servicio de evaluación de incapacidades (INSS), los condenados presentaban cuadros clínicos como mutismo severo, inhibición social, embotamiento afectivo, movimientos estereotipados, inhibición social o desconexión del medio, entre otros, para lo que “fue necesario el fingimiento y/o sobreactuacion de los mismos, sin perjuicio de la eventual ingesta de productos farmacológicos”. También fue fingido un trastorno depresivo mayor con limitación por psiquiatría, un trastorno de conversión y fibromialgia.
Durante el desarrollo de este engaño, los cuatro hermanos llegaron a percibir más de 200.000 euros en concepto de prestaciones públicas (que significaron en torno a 90.000 euros del total) y pólizas de seguros de vida o similares (que alcanzaron más de 180.000 euros). Estos hechos han desembocado en una condena por delitos de estafa, y estafa agravada en los casos más graves, así como la imposición de las debidas indemnizaciones al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y a las entidades de seguro afectadas por el engaño.
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