El alquiler de temporada encaja, en principio, en aquellos casos en que se ofrezca alojamiento a nómadas digitales que elijan Canarias como destino para trabajar durante un tiempo, si bien comienzan a sucederse esfuerzos por parte del Gobierno nacional y de los gobiernos autonómicos para acotar el ámbito de aplicación de este tipo de contrato, debido precisamente a que su uso afecta cada vez más a la oferta de vivienda habitual.