Segunda oportunidad para autónomos: una salida para los emprendedores en Canarias

La situación provocada por la pandemia por coronavirus ha cambiado muchas cosas en el panorama económico y, desgraciadamente, ha llevado a la crisis a miles de pequeños empresarios y autónomos, algo que se ha dejado notar especialmente en el caso de Canarias. Nuestra dependencia del turismo y del sector servicios ha marcado tiempos duros y son muchos los profesionales independientes que se han visto obligados a reestructurar sus deudas, haciendo uso, ahora más que nunca, de la llamada Segunda Oportunidad. ¿Cómo funciona la Segunda Oportunidad para autónomos y cómo usarla para volver a empezar?

Segunda oportunidad para autónomos: una salida para los emprendedores en Canarias

La Ley de la Segunda Oportunidad lleva varios años de andadura, aunque su uso no se encontraba demasiado extendido. Hasta ahora. Cada vez más ciudadanos, incluyendo a los profesionales autónomos, conocen sus ventajas y funcionamiento. En líneas generales, se trata de un concurso de acreedores pensado para la persona física, con similitudes al caso del concurso de acreedores para personas jurídicas: permite llegar a planes de pagos que garanticen unos mínimos vitales al autónomo, exonerar determinadas deudas y, en determinados casos, el ‘perdón’ de la totalidad de ellas. 

Además, una de sus ventajas es que basta la buena fe del deudor para poder alcanzar este tipo de soluciones: no importa la situación que haya llevado al sobreendeudamiento. Opera como solución para aquellos casos en que el ahogamiento económico impida mantener un nivel de vida mínimo y volver a emprender, del mismo modo que las empresas cuentan con este tipo de posibilidad desde hace muchos años.

Lo cierto es que esta norma ha sido poco utilizada, probablemente por desconocimiento. Sin embargo, la situación actual ha destapado su utilidad y ha generalizado su utilización como herramienta clave para reactivar la economía, ‘desatascando’ aquellos supuestos en que el cobro de deudas pendientes se vuelve imposible o muy complicado. 

Estas son algunas claves para conocer cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos:

• La ley se dirige a particulares y autónomos. Se trata de una norma diseñada específicamente para estos casos, permitiendo a familias y a profesionales independientes rehacer sus vidas y comenzar de nuevo sin tener que afrontar determinadas deudas, en función de la solución alcanzada.
• La norma funciona mediante la búsqueda del acuerdo como primer paso. Se reunirán las deudas, se analizará la situación y se tratará de alcanzar un acuerdo extrajudicial con los acreedores. En este proceso se pueden liquidar bienes para abonar las deudas que sea posible, pactar un calendario de pagos, exonerar deudas… Se llega a la exoneración cuando no quedan activos para hacer frente a lo debido.
• Para poder acogerse a la ley hay que cumplir determinados requisitos.  Los más importantes son no tener antecedentes penales por delitos socioeconómicos ni contra la salud pública, no haber renunciado a ningún puesto de trabajo que le haya ofrecido el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal) en caso de haber cobrado el paro en los últimos 4 años, contar con un mínimo de dos acreedores, no superar los 5 millones en deudas, y no haber utilizado la Segunda Oportunidad en los últimos 10 años. 
• El proceso cuenta con un mediador concursal como figura negociadora. Se trata de un proceso tutelado por el juez en el que puede intervenir un mediador concursal, que tratará de alcanzar un acuerdo entre las partes. Se trata de garantizar unos mínimos vitales, en primera instancia, y de ofrecer un acuerdo a los acreedores, de otro. Los acuerdos de pagos pueden extenderse hasta 5 años, por lo que, si no se puede hacer frente a toda la deuda en ese periodo teniendo en cuenta los ingresos del deudor, el resto de la deuda podrá exonerarse.

¿Quiénes se acogen a la Ley de Segunda Oportunidad a raíz de la pandemia?

Autónomos que han cerrado sus negocios, trabajadores afectados por los ERTE o consumidores sobreendeudados por la crisis de la Covid on los principales perfiles asociados a la aplicación de la Ley de segunda Oportunidad durante la pandemia. De hecho, los efectos de la crisis económica apuntan a un crecimiento notable de procedimientos de Segunda Oportunidad.

Como muestra de la utilidad de esta herramienta, el último informe ‘Efecto de la Crisis en los órganos judiciales’ del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) recoge que los concursos de personas naturales no empresarios han pasado de 1.568 en el primer trimestre de 2020 a 2.531 en el mismo periodo de 2021: más de un 60% de incremento. El primer trimestre de 2016, al poco de entrar en vigor la ley, los concursos de personas físicas fueron 393.

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